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Aquí estoy, en la tierra hace dos semanas, y he descubierto algo nuevo. Aquí, las personas se rodean con los brazos, y no solo entre personas de diferente sexo, sino también entre personas del mismo sexo. No sólo lo hacen con una persona en particular, sino que con muchas personas. 

Estuve siguiendo a un par de humanos y descubrí que cuando hacen eso, aveces lloran, otras sonríen y otras veces, solo están serias. Cuando descubra algo más, enviaré la información nueva. Si encuentran algo, háganme saber. Mando saludos, esperando que todo esté bien por allá, aquí, el Marciano detective N° 17.

Retrato Marciano

 

No sé dónde estoy. Sólo se que es un lugar en el que no hay salida. Estoy aquí desde que tengo memoria, y tengo una sospecha que desde antes también. Hay muchos pasadizos, algunos sin salida, y otros que te dejan en el lugar en donde empezaste. Cada tanto viene un grupo de humanos, asustados, que me atacan, y aunque no quiera, terminan muertos en el piso. De eso me alimento. No tengo amigos. Me siento solo. No sé porqué me encerraron aquí. Ya varias (unas cuantas) veces cambié de guarida, porqué intentando salir, me perdí. Voy a intentar salir devuelta, pero esta vez me voy a llevar mis cosas, ya que no quiero perderlas devuelta. Son lo único que tengo. Estoy caminando y se me aparece un grupo de humanos por delante. Ya tengo suficiente comida, y no quiero que ellos terminen muertos, así que me doy vuelta y empiezo a correr, pero algo filoso me alcanza por la espalda. Siento un frío intenso que empieza en la herida y se va expandiendo por mi grande cuerpo. Me doy vuelta, y ellos, festejando. Porqué? Qué les hice yo? Mi cuerpo empieza a perder sus fuerzas y caigo de rodillas al piso. Pierdo la conciencia de a poco, empiezo a ver todo negro, hasta que yo no siento nada, y mi mundo se vuelve todo negro.

Mito

 

 

 

 

 

  Pablo Sujarevich fue un niño que se crió en una familia de clase media, en una época en la que se podía jugar a la pelota con tus amigos en la calle hasta la hora de la merienda. Él iba a la escuela todo el día y era un buen estudiante. La pasaba bien y no necesitaba mucho para divertirse.

 

  Cuando él tenía 15 años, terminó la dictadura en Buenos Aires, y comenzó a haber más participación política, Pablo y sus amigos se interesaron mucho. “Durante la dictadura, el colegio era un ambiente muy autoritario. No se sabía todo como se sabe ahora. Lo poco que se sabía era suficiente como para tomar posiciones en contra de la dictadura.” dice.

 

  Pablo es un chico adoptado. Sus padres adoptivos nunca se lo dijeron, pero él lo sospechaba, aunque lo negaba para sí mismo. A los 27, se animó a preguntarle a su padre, quien se lo negó. La segunda vez que preguntó, fue a los dos. Su papá, José, le dijo que sí. Pablo quería saber todo, pero al pedirle, su padre dijo que no sabía nada. Celia, la madre, no dijo nada. “Yo pienso que, cuando mi papá me negó que me habían adoptado, fue porque no quería enfrentarse a la verdad.”

 

  A Pablo siempre le gustó la historia. Él dice que su papá siempre lo estimulaba para leer libros. “A mi me hubiera gustado vivir siendo explorador del siglo XIX porque era todo manual y artesanal”, dice.

 

  Pablo quiso dedicarse a muchas cosas, como futbolista o colectivero, corredor de autos o cantante, arquitecto o médico, pero dejó todo eso atrás. Se anotó, en 1986, a los 18 años, en el CBC, en Licenciatura en Historia. En 1987, se anotó en el profesorado para ser profesor de Historia. En 1988 se anotó en el magisterio para ser Maestro de grado, y más adelante, se anotó con un amigo en la CBC en Psicología. Todas estas carreras las fue dejando, porque a medida que el tiempo pasaba, se empezó a dar cuenta de que no le gustaba para nada la educación formal. “Soy autodidacta”,  dijo.

 

 

  “Yo pienso que los sueños no son todo y muchos no se cumplen. No deberían ser lo más importante, pero tampoco deberían faltar. Y así como está bien buscar hacer realidad algunos sueños, a veces no está mal que algunos sueños solo sean eso. Sueños.”

  

Hoy, Pablo Sujarevich es un hombre separado, con 2 hijos, que trabaja de lo que siempre trabajó. Heredó el negocio de su padre vendiendo metales. Sigue viendo a sus amigos de la primaria y secundaria y se juntan a jugar al fútbol todos los miércoles. No conoció a sus padres biológicos y los libros de historia llenan los espacios de sus bibliotecas.

Historia de vida:

 

Pablo Sujarevich

El pueblo

 

20 de Julio de 2001.

 

Era medianoche cuando Laura se subió al tren que la

llevaría de la Universidad a su departamento. En el

vagón no había mucha gente, y Laura vió un lugar

libre y se sentó. Observó que no había nadie

hablando. Todos estaban sentados mirando un punto

fijo sin moverse. Solo respiraban y pestaneaban de vez

en cuando. Pero pensó que estaban todos cansados,

como ella, así que se puso los auriculares con su lista

de reproducción de Adele ya puesta y cerró sus ojos.

Había trabajado a la mañana y estado estudiando toda

la tarde, yendo de clase en clase. En un momento, el tren 

frenó. Laura abrió sus ojos y vio que todos se pararon y

se bajaron. Ella esperó y esperó, pero el tren no se movió. Al 

fijarse por la ventana vió un pueblito medio abandonado.

Era todo gris y negro. Bajó a recorrer el pueblo y si se

encontraba con alguien, le preguntaría dónde estaba.

Pero no encontró a nadie. Ella siguió caminando hasta

que llegó a una plaza, y cansada de caminar, se sentó.

Miró delante suyo. A los costados. Atrás. Nada. Al volver

a mirar adelante, vio gente subiendo y bajando del tren.

Se dió cuenta de que ella estaba dentro, sentada,

escuchando a Adele.

Cuanto Fantàstico

Introducción

 

En esta página vas a encontrar trabajos de Lengua y Literatura. Vas a encontrar un mito, un retrato marciano, una historia de vida, un cuanto fantástico. Son mis trabajos que hice en el año. Algunos costaron, otros, no. Algunos estan buenos, otros puede ser que no tanto. Te pueden gustar y no te pueden gustar, pero son mis trabajos, y aquí están.

Disfrutá.

Esta poesía fue hecha en clase. La consigna era recortar palabras o frases de revistas y unirlas. Fue un trabajo divertido para hacer.

Poesía

Epígolo

Bueno. Esos fueron mis trabajos. Hubo algunos que no me gustó hacer, que no los disfruté, como el Retrato Marciano o el Mito. Tampoco la pasé muy bien escribiendo la historia de vida, ya que para hacerla había que hacer una entrevista. Yo elegí a mi papá y él no tiene mucha paciencia que digamos, así que se ponía nervioso con las preguntas que le hacía y llegó a responderme con pocas ganas un par de veces. El que más me gustó escribir fue el Cuento Fantástico. Cuando escribo historias, me gusta que sean ese tipo de cuentos, o a veces algo de terror, aunque no den mucho miedo, ya que no soy gran esritora. Luego, la poesía. Fue divertido porque teníamos revistas. Yo leía y recortaba palabras o frases. Pero no soy muy ocurrente para la poesía porque tiene una forma de escritura que me hace leer varias veces la misma línea para entender lo que dice, y hay veces que no llego a entender nada, por más que la lea una y otra vez.

Con respecto al trabajo durante las clases de lengua, yo durante el año, no hice mucho. Todos mis trabajos aquí publicados fueron entregados a último momento, ya que o me olvidaba, o no tenía ganas de escribirlos, porque cuando escribo, es porque se me ocurrió algo, me gustó y lo escribí.

Espero que hayan disfrutado mis trabajos.

Morena Sujarevich.

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